miércoles, 13 de mayo de 2015

Los inventos de la anorexia



Siempre he sido una persona con muchísima imaginación. Me pongo a soñar y termino volando!... y así me he pasado media vida.

Es divertido, creativo, sano y me pone la mente en forma. Lo que no sé deciros es si la anorexia agudizó mi imaginación,  o bien si convirtió la mía en una mente perversa.

Una vez una chica me dijo al ver una mariposa que creía que si tocaban el suelo, se morían. 'Vaya tontería' pensé. '¿Y en qué te basas para creer eso'? Pobre chica, me respondió como pudo y evidentemente sin ningún fundamento

Los mismos que tenía yo para creer que los alimentos redondos era lo peor que uno podía comer.

Mi filosofía alimentaria me llevó tan lejos que me creí (sin ayuda de nadie) que los alimentos redondos como guisantes, olivas, albaricoques, buñuelos o unas albóndigas, me iban a transformar en eso: un ser redondo.

Empecé a eliminarlos poco a poco, del primero al último... desaparecieron de mi dieta. Absolutamente convencida de lo que estaba haciendo!

Hasta hace pocos años (3 aproximadamente) no ingería  nada que fuera redondo o esférico. Me negaba en rotundo y para no buscarme problemas, decía que no me gustaban.

Relacionaba lo redondo con la gordura y esa fue una asociación que llegó demasiado lejos. Una tarde se lo comenté a mi psicóloga. No sabía explicar por qué pero me autosugestioné de tal manera que les tenía pánico.

Lo redondo, lo esférico, lo orondo, lo interminable, me causaba repelús. O me lo causaba, o me inventé que me lo causaba. La cuestión es que vivía alejada de ello.

Meses después de contar este miedo irracional, un día pensé que quizás había llegado el momento de poner límite. Mi imaginación había volado demasiado, así que nada mejor que envalentonarse cortarlo de raíz.

Era día de terapia de grupo y decidí presentarme en la sesión con 8 panellets. Redondos, como siempre,  y recubiertos de piñones. Aunque todas sabían de mi fobia esfereiforme, me marche del grupo con 6 panellets. Anna, la psicóloga, y yo nos fuimos con el trabajo hecho. Al resto, todavía le quedaba tarea por hacer.

Igual que no hay ninguna teoría que sustente que las mariposas cuando tocan el suelo se mueran, tampoco la hay para este tipo de alimentos. Ni los redondos, redondean. Ni los esféricos, esferifican.

¿Parece fácil verdad?... ¡más de diez años para entenderlo!
Más no diré.

Gracias por leerme.

Fuente de la imagen: photorack.net



No hay comentarios:

Publicar un comentario