miércoles, 1 de abril de 2015

Sí, la anorexia es una enfermedad. Sólo una enfermedad.



En mi caso uno de los momentos más difíciles de encajar durante el proceso de recuperación vino al principio, cuando me  dijeron que tenía una enfermedad. 

Entender que estás enferma y además asumir e integrar que tu dolencia es mental, es realmente difícil.

Afino más. Lo traumático fue aceptar y darme permiso para que a mi me pasara eso... ¡A una persona tan responsable, seria y competente! bajo mi punto de vista, claro está.



Salí de la consulta del médico con la dignidad por los suelos y la cabeza por apuntalar. 

Ese dardo me había generado un tremendo caos con el que no sabía que hacer. Por suerte poco tardé en darme cuenta que había trabajo pendiente, si quería sacarme de encima esa 'lacra'

Al principio las fuerzas sólo me permitían contemplar. Me dedique entonces a esperar que  el tiempo acreditara la teoría del psiquiatra. No hice más. A ratos le daba pábulo y a momentos, la desmontaba como un castillo de naipes.

Luego estuve un poco más dispuesta. Porque había decidido creer un poco más en las razones del médico,  necesitaba dejarme llevar. Fue cuando empecé con las terapias, las sesiones y las dinámicas de grupo. 

Entonces estaba preparada para que la vida me hiciera un regalo: era una tarde de primavera y estaba en la ACAB (la asociación catalana de anorexia y bulimia). Tocaba grupo pero después de esperar 20 minutos, nadie había llegado.   Marta y yo decidimos que nada mejor que una sesión bis a bis

'Muchas veces has dicho que te gustaría tener mi cuerpo. ¿Quieres que te demuestre que estas equivocada?'

De golpe me vi de rodillas en el suelo dibujando el contorno del cuerpo de Marta. Rotulador en mano,  sumamente concentrada. Luego cambiaríamos los papeles y el color del rotulador. 


¿Os cuento lo que pasó? Las diferencias entre su cuerpo y el mío eran mínimas. Realmente difíciles de encontrar en un dibujo completamente entremezclado.  


Me acababan de demostrar que tenía un cuerpo que envidiaba en otras chicas y era incapaz de verlo en mi. Entendí que luchaba por un cuerpo que no sabia que tenía.


Como si de una iluminación se tratara, entendí al instante lo que quiso decir el doctor. 'La anorexia es una enfermedad y ahora ya sé contra qué lucho', le dije a Marta.

A partir de entonces, decidí recordarme a diario algo que me haría bien: 'sólo una enfermedad'.

Gracias por leerme!

Fuente de la imágen: PhotoRack


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