Hace algunos años descubrí la capacidad de algunas personas para relacionar ciertos nombres e incluso a otros individuos, con colores. Se llaman sinestésicos y son los que de forma automática ven un color cuando escuchan un nombre, ven a una persona o oyen su voz.
Aunque pueda parecer un invento, creo que no lo es... al menos eso parece cuando lees que la Universidad de California reconoce la sinestesia y explica que tiene una base científica: 'se debe a una activación cruzada de áreas adyacentes del cerebro que procesan diversas informaciones sensoriales. El cruce podría explicarse por un fallo en la conexión de los nervios cuando el cerebro se forma en el útero'(Wikipedia dixit).
Yo nunca he tenido esa capacidad y dudo que con el tiempo se aprenda...pero lo que sí me ha llamado la atención es la capacidad que he tenido de relacionar la anorexia con un color: el negro
Siempre he sido una persona 'muy de negro'. Es un color que me gusta, en ocasiones me ha definido y con el que me siento cómoda. En mi armario nunca ha faltado nada negro, de hecho siempre lo ha habido... quizás más de la cuenta.
Durante una larga época sólo he vestido de negro, sin obedecer a modas. Era cuando estaba muy delgada, mucho. Vestía así porque me gustaba... pero siendo fiel al blog diré más: me hacía sentir todavía más delgada, más pequeña y más poca cosa. Y eso me subía la autoestima y me daba seguridad, porque todavía podía aparentar menos peso
Han sido muchos años con el negro en los cajones... y todavía continúa. No en vano, mi madre, mi marido, mi amiga del alma, mi hermana y bastante gente más, me recuerdan cada dos por tres que visto mucho de negro...demasiado. Y que cualquier otro color, cuando lo uso, me ilumina la cara.
Desde mi recuperación hago, todavía hoy, grandes esfuerzos por pintar mi armario de color. Y aunque no lo he conseguido del todo, en ello estoy. La diferencia está a la vista: antes, todo negro... ahora ha aparecido el morado, el verde oscuro, el gris en todas sus tonalidades y se ha mantenido el negro, que todavía está muy presente.
Siendo sincera os diré que el negro se mantiene porque me gusta y me hace sentir cómoda, pero sin necesidad de tirarme de la lengua también confesaré que con este color me veo más delgada
Y supongo que en el fondo y en la forma todavía siento la necesidad de verme delgada. Es algo que está grabado muy profundo y que no se cuánto durará. He llegado a entender, comprender y asumir lo que el médico me dice: no estoy gorda... pero lo que es muy difícil de evitar y corregir es la tendencia a querer estar más delgada, algo que no haré por pura prescripción personal.
También, ya que voy de confesión, os diré que últimamente estoy recurriendo más a menudo al negro. Y esto en lo que nadie repararía, es algo que me mantiene en alerta.
Los pájaros alzan el vuelo en manada cando intuyen el peligro al acecho... yo también. Por eso hace semanas me he puesto en marcha y aunque no lo aparente, me faltan piernas y me sobran pensamientos positivos para alejarme de mi oscuro depredador.
Gracias por leerme!
Fuente de la imagen: www.openphoto.net
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