miércoles, 26 de abril de 2017

El poder de ser impermeable



Me gustaría ser más alta, más rubia, tener los ojos más azules y por supuestísimo estar más delgada... son algunos de los deseos que me han acompañado a lo largo de mi vida, y que a menudo he aliñado con las ganas de ser más simpática, más divertida y más sociable.

Pero si en estos momentos un genio escapara de una lámpara y teniendo en cuenta que nunca debería pedirle pesar menos (más que nada para ser lo más coherente y sensata posible con mi proceso de recuperación), le suplicaría que me convirtiera en una persona con el poder de ser impermeable.

'¿Para qué?'...me diría, seguro. Pero lejos de pillarme fuera de juego, sería capaz de razonarle el motivo por el que necesito que ciertas cosas me resbalen. Como si no las escuchara, ni las viera. 

Y es que estamos en un momento que quien más quien menos ha empezado la operación biquini... y lo cuenta. De hecho, lo comparte y yo sin quererlo me veo escuchando que alguien se quiere sacar unos quilos de encima para sentirse mejor... más guapa, mejor consigo misma


'¿Ves?' es mi respuesta automática... 'si ella lo hace, tú también necesitas hacerlo... sino nunca vas a estar bien contigo misma'. Y esa es la pelea, que nunca acaba y nunca cesa... y que ahora está más despierta que nunca, como una se siente después de un reconfortante sueño. 

En muy poco tiempo, dietas y regímenes de personas que conozco han aparecido, sin quererlo,  a mi alrededor... simplemente me he tropezado con ellos. Un accidente.. pero os prometo que sólo con verlos, un escalofrío me ha recorrido de cabo a rabo. 

Últimamente, pasearme por facebook me ha traído más de un dolor de cabeza. Batidos adelgazantes y mejunjes quemagrasas que me aparecen sin que yo los haya buscado... simplemente porque alguien lo compartió... y los amigos de ese alguien, lo mismo hicieron. '¿Lo leo o no lo leo?...así durante un rato, hasta que decido después de mucho batallar que mejor no.

La televisión tampoco ayuda... os imagináis, verdad? Me entran mil tentaciones de ir a comprar cualquier cosa que me prometa perder un solo gramo de mi cuerpo...


Y cuando te sientes ahí, en ese lugar, te notas frágil...casi atacada. Es como un disparo de frente y sin tiempo a nada. Sientes que te rompes, mientras las personas normales simplemente hablan de sus cosas con la tranquilidad de llevar puesto el impermeable.

Gracias por leerme!

fuente de la imagen pyxabay


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