lunes, 27 de marzo de 2017

Sólo hay un camino por largo que sea...


Siempre me han fascinado los animales de comportamientos pautados y ancestrales. Que dicho de paso, suelen ser los bichitos que repelen al público en general. Quedarme horas mirando una hilera de hormigas... cómo entran y salen del hormiguero gracias al perfecto orden de sus dos 'carriles':el ascendente y el descendente... y como parece que entre unas y otras se dicen cosas... sucede en cuestión de segundos, pero lo hacen!
Cómo entre muchas compañeras son capaces de arrastrar un alimento por grande que éste sea. Dicen que una sola hormiga puede mover hasta cien veces su propio peso!

Siempre me ha llamado la atención ese orden silencioso y no escrito... el de las hormigas, las abejas, los caracoles, las orugas... todos ellos saben lo que tienen que hacer y cuándo lo tienen que hacer, sin que nadie se lo haya dicho! Sin leer un libro y sin verlo por la televisión! y nunca hay desconcierto... jamás!

Supongo que estos comportamientos me atraen porque en mi vida me he sentido un poco hormiga... siguiendo unas normas e intentando no salirme de lo establecido.

Cuando he estado enferma, siempre he intentado ser lo más anoréxica posible y una vez curada, mantenerme el máximo tiempo 'al otro lado'

Ahora, desde hace un tiempo, las circunstancias acompañan más bien poco. Dicho de otro modo, tendría varios motivos para dejar de comer... así es como siempre he empezado en mis idas y venidas de la enfermedad. 

Hay cosas que emocionalmente me cuesta entender y, por supuesto, encajar. Esos problemas e inquietudes son los que siempre me han robado el hambre... o bien, a los que yo he culpado para dejar de comer

Aún así, a diferencia de otras ocasiones, me mantengo firme en mi camino... la verdad es que últimamente he vuelto a perder la apetencia por la comida... como con menos ilusión, pero tampoco me salto ninguna comida... 

Como la más lista de las hormiguitas sé a dónde llevan el camino ascendente y el descendiente y sólo tengo que seguir... ahora mi único trabajo es seguir y seguir, como si no hubiera nada más importante.

Las hormigas son capaces de organizarse a la perfección porque las más novatas han aprendido a fijarse y a imitar a las veteranas... de esa manera saben que nada puede fallar. 

Ahora en mi caso, yo soy mi propio ejemplo... y es que yo también he aprendido a aprender. Así que cuando me siento insoportablemente superada busco en el fondo de mi cabeza una imagen sana de mi misma... cosa que no sucedía en el pasado, cuando lo más recurrente era cobijarme en la enfermedad. 

Sin faltar el respeto a las hormigas, eso para mí es como soportar un peso cien veces mayor al mío... un esfuerzo importante que sé, que a la larga o a la corta, tendrá su recompensa.

No caer es el camino más largo, pero a la vez el más seguro

Gracias por leérme!

Fuente de la imagen: pyxabay.com





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