domingo, 20 de marzo de 2016

La anorexia en primavera... alarma: empieza el calor!


Cuatro y media de la madrugada del sábado... el momento en el que la primavera ha entrado de nuevo, y por fin, en mi vida. Otro año más! Creo que no hay fenómeno climatológico que espere con más ansia... me encanta!

Pero a la vez me asusta... sé que a partir de ahora empieza un sufrimiento, irracional si queréis, que el resto del año vive alertagado. 

Desde ahora y hasta finales de septiembre, mi cuerpo me preocupa más de lo habitual. Mi aspecto, mis formas y volúmenes... y la lucha está en no dejarme llevar por un pensamiento que puede ser tan arrollador como un tsunami

Es en este momento del año en el que pongo en marcha un trabajo silencioso y constante que empieza por aceptar que llevaré menos ropa... y que ya no me camuflaré en un jersey ancho.

Sigue por conseguir regar mi día a día de color, aparcando el negro... a pesar de que piense que disimula los defectos y estiliza.

Continúa, aceptando que los tejidos de verano son más ligeros y que quizás marquen partes de mi cuerpo que me disgustan, pero que acepto.

Prosigue por hacerme a la idea que es altamente probable que lleve camisetas o camisas y que esto marcará mis pechos más de lo habitual.

Y termina con el logro de ponerme una falda o vestido más veces que el año anterior, e incluso para ir a trabajar. Sería un gran reto que no acabo de conseguir! Mis piernas no escapan a mi propio juicio, así que mostrarlas al resto de personas, me cuesta.

El colofón: enfundarme un biquini sin analizar cada  rincón de mi  cuerpo... 

Sé que según que cosas me costarán un grandioso esfuerzo... porque ponen de manifiesto mis inseguridades y me hacen sentir vulnerable frente a las personas que me rodean... aún así, no tiro la toalla: lo intentaré, lo lucharé y para lo que no consiga, vendrá una nueva primavera.

Y es ahora también cuando me agarro fuerte a los míos y no suelto sus manos, siempre dispuestas a ayudarme.

Gracias por leerme.

fuente de la imagen: www.openphoto.net

domingo, 13 de marzo de 2016

¿Por qué la anorexia me escogió a mi?


Ésta es una de las preguntas que más veces me he repetido a lo largo de la enfermedad y el proceso de recuperación. El ¿por qué yo?...me ha mantenido en vela muchísimas noches y durante tiempo fue la única pregunta que me atreví a hacer. Quizás porque no estaba preparada para responder  un ¿hasta cuando?, ¿cuándo diré la verdad? o ¿qué me está pasando?.

Podía haber sido otra enfermedad, o directamente ninguna, pero el destino ha querido que mastique la palabra anorexia hasta destrozarla... primero, a tímidos bocados. Luego, con la fuerza de un titán... y al final, ya casi sin energía pero con el sabor en los labios de una recompensa inexplicable.

Os dejo con un artículo en el que intento responder precisamente esto, ¿por qué la anorexia me eligió a mi?.
Quede claro que en ningún momento insinúo que las cosas pasan porque sí. Os cuento el perfil tipo de paciente y las circunstancias más favorables para una enfermedad como la anorexia.

Lo he escrito para psicocode y quizás os sirva para poner un poquito más las cosas en su lugar... sin prisas, pero eso sí, con paso firme.

Espero que lo disfruteis.

Gracias por leerme.




sábado, 5 de marzo de 2016

¿Qué nos puede hacer sospechar que alguien de nuestro entorno sufre anorexia?

Me gustaría saber cuál hubiera sido mi reacción de adolescente, si alguien de mi entorno se hubiera percatado que estaba cayendo en las redes de la anorexia.


¿Me hubiera dejado ayudar en ese momento? Quizás sí... o quizás la enfermedad ya había tejido un pensamiento tan peligroso como invasivo. No lo sé

Tener personas cerca cuando pasas por un trastorno alimentario es un arma de doble filo. Tanto para ellas, como para nosotros (los ingobernables enfermos). 

Por un lado si hablan, los tratamos de chivos expiatorios.  Y si no lo hacen, la enfermedad nos convence de que no nos quieren

Por otro, ellos tienen tanto miedo de hablar como de no hacerlo...miedo a perdernos tienen.

Esta mañana os dejo con el artículo de una mujer que también ha pasado por un trastorno alimentario y que ahora es terapeuta y ayuda a personas que se dejan ayudar.

Os la presento... 

Tina Benet, especialista en terapias alternativas y energéticas, con más de diez años trabajando en la salud mental y discapacidad en adultos.









Y éste, su artículo...

¿Qué nos puede hacer sospechar que alguien de nuestro entorno sufre anorexia?

Desde mi papel como terapeuta alternativa y ex paciente, cada vez me encuentro con más personas que piden asesoramiento, preocupadas por saber cómo identificar un caso de anorexia y/o bulimia en la gente que les rodea, cómo acercarse a esa persona y en consecuencia, poder ayudarla.

Cabe decir ante todo, que un trastorno de la conducta alimentaria se considera una enfermedad mental, por la cual cosa se tiene que tratar como tal, sin caer en culpabilizar a las personas que lo sufren, sus familiares o incluso la sociedad, es decir, todo esto son factores que acompañan a la persona a entrar en este infierno, pero la raíz del problema, es meramente emocional.

Cuando una persona llega el punto de control absoluto o descontrol con la comida, nos está avisando que algo no va bien en ella, que hay un sufrimiento psicológico en el que le están pasando una serie de cosas que no sabe manejar, como no saber resolver los conflictos, las cosas que se le van presentando en su día a día por inseguridades, miedos... las cuales se van acumulando creándole angustia, y esa angustia es la que hace que la persona busque un síntoma como seria esta mala relación con la comida.

Por lo tanto, no sirve que a una persona que padece un TCA se le vaya de frente en el tema de la comida, si come poco o mucho, ha bajado mucho de peso... porque lo único que conseguiremos es un rechazo, por lo que debemos intentar ir un poco más allá e intentar entender lo que le está pasando o al menos que vea nuestra preocupación, que vemos que algo le debe estar pasando.

El principal punto de entrada a un trastorno alimentario es la dieta

Una dieta sin control médico puede hacer que una persona empiece a bajar de peso, y si esa bajada de peso la persona la está haciendo por un motivo estético, porque no se gusta y piensa que la valoración de el/ella mismo se verá reflejada en esa bajada, eso puede provocar que se le pueda ir escapando de las manos.

Por lo tanto, uno de los signos que podemos observar es que la persona empieza a controlar en exceso lo que come, las calorías, prohibición de una serie de alimentos, y empieza a cambiar tanto en las cantidades de comida, cómo en el tipo de alimentos y sus hábitos.

Ese control, nos lleva a ver que hay una bajada importante de peso, poco a poco, pero en algunos casos significativa y a medida que baja de peso, una persona que lo hace por motivos estéticos, etc...cada vez se obsesiona más y quiere bajar más. Nunca llega a sentirse bien con el peso, ya que hay un trasfondo psicológico, que es lo que hace que la persona no se sienta bien.

En el caso de las chicas, con esta bajada de peso, el cuerpo nos avisa que algo no va bien con la perdida de la menstruación, cambios de humor,  están más irritables concretamente con todo lo que tiene que ver con la comida, las cantidades, discusiones a la hora de comer en casa, así como el aislamiento de familiares y amigos. En algunos casos puede haber hiperactividad (moverse cuando se está sentado, levantarse constantemente de la mesa o comer de pie) para bajar todavía más de peso.

Si creemos que el problema ya está en casa, sería recomendable tener más información, como saber si después de las comidas va al baño o vomita

Hablar con el colegio o amigos... para confirmar si las comidas que no está haciendo en casa las está haciendo o no, y finalmente recurrir a un profesional especializado para poder tratar el núcleo del problema.

Webs de interés (Madrid y Barcelona):



Gracias por leernos!